Banamex, la venta multimillonaria del banco millennial que no llega

Las piscinas se han roto. La página del último día de marzo se cayó del calendario y aún se desconoce el nombre del nuevo dueño de Banamex. Los analistas de mercado y financieros esperaban esta fecha, fijada por los propios ejecutivos de Citi como el plazo máximo esperado para conocer al comprador del cuarto banco en México, pero la transacción aún no se ha cerrado. En el proceso de venta, valorado entre 7,000 y 10,000 millones de dólares, siguen en liza el dueño de Grupo México y segundo hombre más rico del país, Germán Larrea, y el banquero Daniel Becker. Sin embargo, tampoco se descarta la desincorporación de los negocios de banca de consumo a través de una oferta pública en la Bolsa Mexicana de Valores.

En enero de 2022, el conglomerado estadounidense anunció que dejaría de operar banca de consumo y para pequeñas y medianas empresas en el país como parte de su estrategia global de desinversión de activos no estratégicos. Junto a la banca minorista, también se pusieron a la venta otras líneas de negocio, como las Afores y su patrimonio cultural. A más de un año de hacerse público el proceso de venta, el futuro de los más de 33.000 trabajadores de la entidad financiera sigue siendo una incógnita. De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, hasta enero de este año, Banamex era el cuarto banco por activos en el país con una participación de 11% en el sistema financiero, solo detrás de BBVA, Santander y Banorte, cuando el proceso de venta de la institución una cuota de mercado del 12,3%.

Felipe Carvallo, vicepresidente de Moody’s y analista de la banca mexicana, explica que la negociación se ha complicado en los detalles porque hay que determinar con qué depósitos se queda cada parte. “Hay que tener en cuenta que el banco es muy grande, tiene participaciones de mercado considerables, eso hay que tenerlo en cuenta, cuál es el efecto en la competencia, además el banco, Citibanamex, viene con altos costos de operación”, dice. . .

Aunque el especialista descarta que las recientes noticias de quiebras bancarias como la de Silicon Valley Bank hayan afectado el proceso de compra de Banamex, reconoce que, en medio de este entorno de altas tasas, existe un alto grado de exigencia operativa al interior del banco. factor que seguramente se encuentra dentro de los parámetros considerados en esta transacción. “Las fortalezas de Citibanamex no se vieron afectadas, es un banco muy fuerte con alta rentabilidad, con una base de clientes muy atractiva, tal vez hubo nerviosismo general al principio, pero Citibanamex es un banco muy diferente y esta es una compra muy accesible. largo plazo”, zanja.

Para el analista de Moody’s, otro factor que complica la transacción es que Citi no saldrá completamente del país, por el contrario, operará en México en banca mayorista, enfocada en los negocios institucionales de mayor rendimiento. “Están tomando una decisión, desde su casa matriz, de que en el exterior quieren tener un banco enfocado en el gran venta, van a seguir teniendo presencia en México, por lo que también están muy interesados ​​en que la transacción se haga bien, en quedarse con un banco sólido y rentable en el país. La división, las negociaciones, con las autoridades son muy importantes, no es solo el precio, sino tener una presencia adecuada en el país, porque no se van a ir”, comenta Carvallo.

En este punto del proceso, el Gobierno solo ha pedido diligencia en el cambio de mando cuando se dé a conocer al nuevo dueño de Banamex. “Nos interesa el banco, cuando llega un comprador con el que ya llegaron a un acuerdo, rápido para que no haya temas de inestabilidad o malas expectativas dentro de la institución”, dijo el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la Or, en la Convención Bancaria Nacional en marzo pasado.

Benjamín Álvarez, analista de CI Banco, coincide que desde el anuncio de la venta se pronosticó que sería un proceso largo y complejo. “Es un fracaso para la actual directora ejecutiva de Citi, Jane Fraser, quizás ahora tengamos que esperar hasta la llamada con los inversionistas por los resultados de sus resultados al primer trimestre del año para saber si sí tienen una posición fuerte de un comprador”, menciona él.

El especialista advierte que a pesar de estas turbulencias y complejidades externas, el negocio bancario es uno de los más rentables en México por penetración y, específicamente, Banamex representa una gran marca, con una larga trayectoria en el país. “Ha sido muy complejo porque hay mucha tecnología y muchos sistemas que están casados ​​con Citi, y quizás el que quiera comprarlo no está obligado a tenerlo, aunque así lo quiera la gente de Citi. Muchas veces, los activos intangibles son los más difíciles de vender”, concluye.

La institución ha sufrido numerosas transformaciones durante sus 138 años de historia: desde la nacionalización, pasando por la privatización del banco en la década de 1990, hasta su venta al estadounidense Citigroup en 2001. Ahora, luego de dos décadas, el conglomerado estadounidense pasará el relevo a a un nuevo dueño, un nombre que todavía es un signo de interrogación.

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