Bimbo, Wal-Mart, Alsea: multinacionales en México suben precios aprovechando inflación y potencian utilidades |  Economía

Abril es el mes en el que las corporaciones mexicanas dan a conocer sus resultados financieros y este año las empresas de venta de bienes de consumo fueron las grandes ganadoras. La panadería Bimbo, la embotelladora de refrescos Arca Continental y la tienda de autoservicio Wal-Mart de México, entre otras, incrementaron sus ventas y utilidades en un clima inflacionario desfavorable para los mexicanos de pie. Esto, señalan los economistas, se debe a que las empresas han subido sus precios aprovechando las altas expectativas de inflación en la población.

La inflación en México, como en gran parte del mundo, inició su escalada en 2020, cuando la pandemia del covid-19 encareció muchos productos. En la segunda economía más grande de América Latina, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) alcanzó un pico reciente de 8,7% en agosto. Aunque ha comenzado una caída, su lectura más reciente (6,25%) todavía está muy por encima del rango objetivo del banco central de entre 2% y 4%.

El fenómeno inflacionario global llevó a dos reconocidos economistas de la Universidad de Massachusetts Amherst a estudiar la relación entre éste y las ganancias reportadas por las corporaciones en Estados Unidos. Los académicos Isabella Weber y Evan Wagner publicaron este año un estudio en el que afirman que “la inflación de COVID-19 en EE. UU. es predominantemente inflación de proveedores que se deriva de orígenes microeconómicos, es decir, la capacidad de las empresas de tener poder de mercado para aumentar los precios. Su provocativa tesis repercutió en otros países, donde los economistas han tratado de averiguar si lo mismo ha sucedido en sus países.

En 2021, las corporaciones mexicanas aumentaron sus precios solo para cubrir el aumento en el costo de sus insumos importados, explica Mortiz Cruz, doctora en economía e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especializada en temas de consumo. “Ahora, después del shock, los empresarios en México sí están ajustando su margen de ganancias y están subiendo los precios”.

En febrero, el director general de Bimbo, empresa mexicana y la panadería más grande del mundo, dijo en un comunicado que “2022 fue un año excepcional, con un desempeño financiero histórico”. Ese año, sus ganancias aumentaron un 195%. En lo que va del año, según sus resultados financieros del primer trimestre, sus ventas en México subieron 19% -más que en cualquier otro de sus mercados-. “Las ventas netas alcanzaron un nivel récord para un primer trimestre, al sumar $99.565 millones, un aumento de 9,9%, principalmente por la mezcla favorable de precios”, informó la propia empresa.

Otras empresas de consumo también tuvieron resultados espectaculares. Alsea, operadora de restaurantes y cafeterías como Starbucks y Burger King, entre otros, reportó un incremento de 41% en sus utilidades en el primer trimestre del año. La utilidad neta de Walmart fue de 11,519 millones de pesos, un aumento de 3.7% en comparación con el mismo período de 2022. La Comer, la competencia de Wal-Mart, registró un aumento de 15% en las ventas. Arca Continental, la principal embotelladora de Coca-Cola en el país, se benefició de un alza en sus precios al cierre del año pasado y registró un aumento de 10% en sus ingresos, con un total de 50.684 millones.

Una encuesta reciente realizada por el economista Raymundo M. Campos muestra que los consumidores mexicanos tienen una expectativa de inflación más alta que los especialistas o las empresas, con un pronóstico de inflación anual que oscila entre -3% y 80%. “La gente le da más peso al precio de los alimentos de lo que realmente se incluye en la medición de la inflación”, escribió Campos en la revista. Leopardo. “Esto representa un desafío para el banco central porque el precio de los alimentos no procesados ​​es más volátil y depende del clima o de las condiciones internacionales, por lo que hay que fortalecer los esfuerzos de comunicación para que las expectativas dependan cada vez menos de estos productos. ”, agregó.

El consumo en México goza de tal impulso que está “inflando” artificialmente la economía, simulando un crecimiento económico que no se sostiene en el largo plazo. Las remesas enviadas por familiares en EE.UU., que también han ido en constante aumento, así como las transferencias monetarias que el Gobierno Federal entrega a jóvenes, adultos mayores y padres, están dinamizando temporalmente la actividad económica.

“Las empresas en México están poniendo como prueba [al alza de precios] el crecimiento de los salarios”, advierte Cruz, cambio que se ha dado bajo la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. El salario mínimo ha pasado de 80,44 pesos diarios en 2018 a 207,4 pesos diarios este año. A pesar de este aumento del 158%, México sigue estando entre los países con los salarios más bajos de América Latina. “Aunque crecieron los salarios, eso no importó porque realmente el rezago de los salarios es tal que no tiene un gran impacto en los precios”, dice el especialista.

En su artículo, Weber y Wagner advierten de los riesgos que podría traer esta “inflación de los vendedores”: “genera un aumento general de precios que puede ser transitorio, pero que también puede conducir a espirales inflacionarias autosostenidas bajo ciertas condiciones”. escribieron los autores. Por tanto, “la política debe apuntar a contener las subidas de precios en la etapa de impulso para evitar la inflación desde el principio”.

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