Francia Márquez y Claudia Sheinbaum son dos líderes políticas pioneras en América Latina. La vicepresidenta de Colombia es la primera mujer afro en ocupar ese cargo en el primer Ejecutivo de izquierda del país andino. Y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México es desde 2018 el primer regidor de una de las urbes más grandes y complejas del mundo. Este miércoles han reivindicado en diálogo con Pepa Bueno, directora de EL PAÍS, los derechos de las mujeres en una región marcada por múltiples brechas de género y golpeada por la violencia. La mesa, a la que se ha sumado con una intervención grabada la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, ha centrado una jornada organizada por este diario, en colaboración con Prisa Media, ONU Mujeres y la Administración de la capital mexicana, para reflexionar y debatir sobre el feminismo, la igualdad de oportunidades y la participación de las mujeres en la vida pública.
El conversatorio ha abordado temas como la relación con el poder, el machismo estructural y el alcance de las instituciones para impulsar cambios significativos. “Las mujeres no llegan a los espacios de poder para ser floreros”, aclaró Francia Márquez, quien matizó en todo caso que “el fin del cambio no está en las oficinas de gobierno”. derechos de las personas”, continuó la vicepresidenta de Colombia antes de mencionar la embestida de los sectores más conservadores de su país contra su obra. “Los ataques contra mí no son solo por lo que propongo, sino por lo que represento, cómo me visto , cómo me expreso, cómo me comporto. Cuando veo esos ataques y agresiones clasistas y racistas, eso está siendo una crítica profunda a la interseccionalidad de raza, clase y género”, resumió.

Sheinbaum defendió la coincidencia entre la defensa de la democracia y la reivindicación de los derechos de las mujeres. “En la lucha por la democracia luchamos por la presencia de la mujer en la esfera pública”, dijo la jefa de gobierno de la Ciudad de México. “Cuando luchamos por los derechos de la educación pública, también luchamos por los derechos de las mujeres, cuando hablamos de salud pública o cuando hablamos de trabajo digno, luchamos por los derechos de las mujeres», ejemplificó. Al mismo tiempo, reconoció que el hecho de que las mujeres lleguen a cargos de elección popular les permite incidir desde el Estado para que las políticas públicas sirvan para mejorar las desigualdades que viven las mujeres.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México también aseguró que la promoción de la mujer en la política también sirve para “crear más conciencia” sobre la necesidad de su presencia en las más altas esferas públicas. Señaló que socializando este debate también se puede frenar el discurso de odio contra las mujeres y otros grupos vulnerables. “Estamos en contra de cualquier forma de discurso que incluya racismo, clasismo y racismo”, señaló.
Pepa Bueno preguntó a ambos mandatarios si el presidente de Colombia, Gustavo Petro, o el de México, Andrés Manuel López Obrador, a quien Sheinbaum aspira a suceder en 2024, son feministas. Márquez optó por responder refiriéndose a las premisas del cargo que ocupa. “El machismo y el patriarcado permean a todos los hombres hasta que deconstruyamos esas estructuras”, resaltó. La jefa de Gobierno evitó una respuesta directa en cualquier sentido y se centró en describir los cambios que ha sufrido la administración pública en el ámbito de la mujer en los últimos cinco años. “Es cuando más mujeres ocupan más cargos públicos”, agregó, como un guiño a la política de paridad y representatividad del gobierno. “Por primera vez hay un gabinete paritario, por primera vez hay un director del Banco de México o del Instituto Nacional Electoral”, afirmó tras recordar unas palabras del mandatario, quien el 8 de marzo afirmó que “4 -T ya es feminista”. Aun así, Sheinbaum admitió la existencia de comportamientos machistas incluso entre sus compañeros.

El conversatorio ha abordado las aterradoras cifras del feminicidio en América Latina. El año pasado cerró con más de 4.000 feminicidios ya eso hay que sumarle índices de impunidad superiores al 95% y que en la mayoría de los casos las autoridades no tipifican como feminicidios los asesinatos de mujeres. Los datos, sin embargo, son alarmantes en todos los ámbitos, comenzando por la falta de independencia económica, una de las variables que más dificulta el desarrollo de las mujeres. Sheinbaum señaló que el 29% de las mujeres en México dependen económicamente de otra persona, por ejemplo. “En la mayoría de los casos, no es por elección propia, es porque la sociedad se lo ha impuesto”, señaló.
La vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, destacó en su discurso las causas comunes de la lucha feminista y se solidarizó con Márquez y Sheinbaum. “Ciudad de México, Colombia y España han cambiado mucho. Hoy tienen gobiernos que protegen a las personas, a las mujeres y al planeta”, subrayó Díaz al reivindicar un papel protagónico para las mujeres y recordar su responsabilidad para llevar a cabo las transformaciones pendientes, especialmente en el ámbito climático.
Tras este encuentro, la jornada, que contó con el patrocinio de Iberdrola México y Telefónica y tuvo lugar en el Museo de Antropología de la Ciudad de México, continuó con un debate moderado por Gabriela Warkentin, periodista de W Radio, sobre la participación de la mujer en la política en la región con Myriam Méndez, coordinadora de la organización colombiana Valiente es Dialogar, la diputada francesa Eleonore Cariot y Marcela Aguiñaga, perfecta del Gobierno Provincial del Guayas, en Ecuador. La expresidenta chilena Michelle Bachelet se sumó con un mensaje en video.

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