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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha marcado el ritmo de su partido, Morena, y de los cuatro candidatos que compiten por la candidatura presidencial para sucederle en el cargo. El mandatario ha pedido que en tres meses Morena defina quién liderará su proyecto en las elecciones de 2024, cuando se jugará la presidencia de la República en México y se renovarán las dos Cámaras del Congreso. López Obrador dio la instrucción el viernes por la noche, en una reunión en Palacio Nacional con senadores de Morena a la que también fueron invitados los cuatro candidatos, que compartieron con él un lugar en una mesa frente a los legisladores, según confirmaron a EL PAÍS dos Fuentes presentes en la reunión. En los costados del mandatario estuvieron la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el Canciller, Marcelo Ebrard; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el líder de la mayoría morenista en el Senado, Ricardo Monreal. Ninguno de los aspirantes habló. La instrucción de López Obrador implica que entre julio y agosto, una vez finalizadas las elecciones en el Estado de México y Coahuila, la ciudadanía sabrá quién será la apuesta del oficialismo para enfrentar una escisión opositora entre el frente Va por México (PAN, PRI y PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), que hasta ahora juega solo rumbo al 2024.
En la reunión no estuvo presente el líder de Morena, Mario Delgado, quien había argumentado que la candidatura se definiría a través de dos encuestas abiertas entre toda la población y que el resultado final se conocería hasta diciembre. Los dichos de López Obrador pisan el acelerador y marcan el pistoletazo para el último pique en una carrera de sucesión demasiado temprana. Los cuatro aspirantes han estado desde mediados del año pasado en una intensa campaña de promoción de su imagen, desde giras por Estados Unidos y presentaciones de libros hasta la pintura de vallas y la colocación de vallas publicitarias. El presidente bromeó durante la reunión del viernes sobre la contención interna anticipada y llamó a la moderación. Pidió a los cuatro candidatos paciencia con la candidatura y dio ejemplo a sí mismo, quien fue candidato presidencial en tres ocasiones (en 2006, 2012 y 2018) y solo logró ser electo hasta la última vez, según las fuentes consultadas. . Los asistentes se rieron en Palacio Nacional. López Obrador se dejó ver muy animado, tras los días que estuvo enfermo de covid-19 en medio de fuertes especulaciones sobre su estado de salud.
La intervención del presidente fue también una operación de unidad dentro del partido. Ese mismo día, el Senado vivía una crisis —la oposición había subido a la tribuna para impedir la aprobación de reformas de gobierno— y Monreal se enfrentaba a una nueva rebelión de senadores morenistas. El jueves, el líder de la bancada mayoritaria reconoció que su liderazgo estaba minado, luego de que una facción de Morena frustró un compromiso de Monreal con la oposición para impulsar el nombramiento de un comisionado del INAI. En la reunión del viernes, López Obrador pidió a los senadores que permitieran a Monreal —quien no había sido invitado a Palacio Nacional durante dos años— hacer su trabajo como líder de la bancada, dijeron las fuentes. El mensaje desactivó una vez más las gestiones para sacarlo de la coordinación del grupo opositor a Monreal, encabezado por la secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, y el senador César Cravioto, ambos cercanos al jefe de gobierno capitalino.
El presidente López Obrador también dijo a los legisladores que se sienten libres de hacer los ajustes que consideren necesarios a las iniciativas de reforma impulsadas por su gobierno. En los días previos, la mayoría oficialista en la Cámara de Diputados aprobó una serie de reformas sin discusión en comisiones. El aplanadora de Morena, el Partido Verde y el Partido Laborista fue detenido temporalmente en el Senado, hasta que el oficialismo consiguiera una sede alterna para reunirse y aprobar el acta sin la presencia de los partidos de oposición.
Tras la reunión con el presidente, el tapas —como se conoce popularmente a los solicitantes descubierto de López Obrador—encabezaron las actividades promocionales durante el fin de semana. Ebrard viajó a Veracruz para presentar su libro autobiográfico el camino de mexico. El canciller aludió a los operadores de Sheinbaum que tratan de colocarla en el imaginario como la “favorita” de López Obrador. “Tienes que preguntarle a la gente, ¿verdad? Uno de dos, o hay una encuesta o hay un favorito, no se pueden hacer las dos cosas, y para saber si es un favorito, pues hay que preguntarle a la gente”, dijo Ebrard. El jefe de gobierno de la capital, por su parte, se reunió en Sinaloa con el gobernador, el morenista Rubén Rocha, y los alcaldes de ese estado, y también realizó un mitin en Mazatlán.El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, no difundió información sobre hechos en los que ha participado, pero en redes circularon imágenes de mítines en apoyo a su candidatura en Chiapas.Además, la cuenta oficial de Twitter de Gobernación difundió una entrevista en la que el funcionario asegura que será el próximo presidente de México, el tuit fue Por su parte, Monreal escribió un artículo en el que destacó el llamado a la unidad de López Obrador y le agradeció haberlo invitado a Palacio Nacional, luego de dos años de distanciamiento.
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