Día Internacional Contra la Corrupción – El Sol de México

Al juez Guillermo Valls Esponda, por su brillante informe

El daño causado por la corrupción perjudica tanto a los gobiernos como al desarrollo humano de las personas en sus sociedades. El 9 de diciembre, las Naciones Unidas establecieron el Día Internacional contra la Corrupción. En este contexto, el 31 de octubre de 2003 se cumplieron 20 años desde la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que entró en vigor en diciembre de 2005 al mismo tiempo que su entrada en vigor; Internamente, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) actúa como secretaría de la Conferencia de los Estados Partes en ese instrumento. La conmemoración pretende lograr que el mayor número de personas en el mundo lo tengan presente y tomen conciencia de su importancia y sus riesgos, porque es un fenómeno que afecta la vida de todos.

La difusión tanto de los problemas como de las estrategias para su mitigación es fundamental; Esto implica que los gobiernos, la sociedad civil, la academia y las universidades desarrollen estrategias para un diálogo multidimensional permanente sobre el tema.

La corrupción es un concepto multivocal e incluye una variedad de acciones. La definición clásica de corrupción es “el abuso del poder público para obtener una ventaja particular”, pero no existe una definición única que se considere vinculante o cubra todas las situaciones posibles.

En el ámbito público los estudios de corrupción se han centrado principalmente en lo que se denomina corrupción administrativa. Hace años se entendía el tema desde una perspectiva económica, luego se sumó una visión desde las instituciones, aunque en general sólo vinculada a los empleados públicos. Hoy en día, nuevas investigaciones sobre el tema centran la atención en lo que se ha llamado corrupción sistémica o captura del Estado.

En cuanto al diseño institucional para combatirla, el Banco Mundial ha señalado que existen 4 modelos institucionales de comisiones anticorrupción, el modelo más extendido es el que tiene amplias funciones de investigación, prevención y comunicación mediática de sus resultados; El segundo modelo es el de investigación, caracterizado por pequeños organismos centralizados; Otro modelo es el parlamentario, que incluye comisiones que reportan a comisiones legislativas, que son independientes de los poderes judicial y ejecutivo del Estado, y el cuarto y último modelo es el multiinstitucional que presupone la existencia de oficinas independientes que, sin embargo, constituyen una red administrativa, policial y judicial para luchar contra la corrupción.

Por supuesto, las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) son cruciales en todos los programas, al igual que las oficinas internacionales y regionales que reúnen a las EFS y generan cooperación y buenas prácticas. La INTOSAI y la OLACEFS, así como sus organizaciones subregionales, han contribuido a nivel global y regional a mejorar los procesos de control de los recursos públicos.

La ASF destacó la importancia de poner énfasis en el componente preventivo de la inspección; para que esto se traduzca en resultados de mayor impacto y alcance en el mejor uso de los recursos públicos. El control superior es una herramienta que apunta sobre todo a prevenir, más que a sancionar, lo que no impide que cualquier irregularidad sea atendida según las reglas de investigación y sanción.

Además, la INTOSAI ha generado herramientas como las Normas Internacionales de Entidades Fiscalizadoras Superiores (ISSAI) que contienen conceptos y principios que definen las auditorías del sector público, directrices que ayudan a aplicar las ISSAI en grupos financieros, de desempeño o cumplimiento y operativos. que reúnen de manera coherente y estructurada los esfuerzos de las diferentes EFS para avanzar juntas en la solución de desafíos comunes