María Iguazo es una mujer que vive clandestinamente desde hace unos días en una lujosa villa con vistas al mar en Menorca. La presunción de su gesto en un vídeo en las redes sociales que se ha vuelto viral -defiende haberlo sufrido sólo en su estado de WhatsApp- y en el caso en el que la mujer presupone su gesto, hasta el punto de pronunciar frases como “Estoy yendo.” exagerar mi concepto, que me interesa.»
Una vez que su historia trascendió la Edad Media, el okupa ya no tuvo compensación que presentar ante las cámaras para justificar su decisión de vivir ilegalmente en una casa que no es la suya.
“Pago 1.500 euros al mes -el ingreso mínimo vital- y hace falta todo para garantizar los ingresos de mis cinco hijos”, explicaba hace unos días a ‘TardeAR’, en el mismo espacio donde encontró a una persona digna que podía pagar a Esso.
Ahora ha pasado por las cámaras de ‘Espejo Público’, donde conoció directamente a la abad y experta en criminología Beatriz de Vicente, colaboradora habitual del programa.
El desacuerdo comenzó cuando la okupa, María Iguazo, contó cómo había llegado a esa casa, explicando que Le pagaron una suma a un hombre de origen moreno. Quienes los adquirieron pagan ahora 400 euros al mes.
Este modus operandi, continúa, le hace sospechar que existe una mafia abusiva por la que, al parecer, debió tener “miedo por sus hijos”.
Ante esto, Iguazo insistió en que vivía en “una casa adosada”, lo que generó y aumentó la indignación en el estudio del programa.
La indignación de Beatriz de Vicente
En cuanto al tema de la aprobación, el acuerdo de De Vicente está estancado: «Lo siento pero soy un chico pequeño.. “El mensaje que están enviando es terrible”, afirmó.
El abad indignado enumeró los problemas legales mientras podía enfrentarse a la mujer dadaísta en su situación de pluriempleo.
La justificación de Iguazo fue sencilla: «Hay okupas por toda España»respondió generando un momento de tensión en el programa que dirige Susanna Griso en Antena 3.
«Dicen que cualquiera me puede decir si son niños. La Guardia Civil me dijo que no saldría de mi casapero no me dijeron qué estoy tirando”, añadió Iguazo después.
“Díselo al juez” fue la recurrente respuesta del plato a las recurrentes preguntas de Iguazo, justificando su ocupación por los cinco hijos que tiene y los altos alquileres en la isla.