El polémico exgobernador de Oaxaca Ulises Ruiz postula a la presidencia como independiente |  elecciones mexicanas 2023
Imagen de archivo de Ulises Ruiz Ortiz, durante una asamblea del PRI en Oaxaca.César Rodríguez (Bloomberg)

Morena aún no eligió a su candidata a la presidencia, pero ya comenzaron a aparecer los primeros opositores en la competencia. El exgobernador de Oaxaca Ulises Ruiz Ortiz ha decidido entrar en la carrera por la dirigencia nacional como candidato independiente, y lo ha hecho con un extravagante vídeo que lo sitúa en diversas situaciones peligrosas, como un robo o un secuestro, en el que describe un paisaje sombrío. “La situación en México es alarmante. El crimen es imparable y tiene los números más nefastos de la historia”, comienza narrándole.

El expolítico priísta no se anda con rodeos y va directo al encontronazo con el oficialismo, al que culpa de la violencia y la inseguridad que azotan al país. “Morena y su gobierno son aliados del crimen organizado y el narcotráfico. No podemos seguir así. […] No tenemos patria, Morena y su gobierno lo secuestraron”, acusa con dureza en el audiovisual publicado en sus redes sociales. La polémica exgobernadora cierra el mensaje prometiendo “poner orden y dar paz a los mexicanos”.

No es la primera vez que el ya candidato elige este particular formato para transmitir sus mensajes. En octubre pasado lanzó un video similar en el que manifestó su intención de entrar a la pelea que se llevará a cabo el próximo año. Luego las imágenes corrieron en blanco y negro y defendió “mandar a esos políticos que viven” del salario de la gente, pero no mencionó explícitamente a Morena, como en la difundida este jueves. Las cartas ya están sobre la mesa.

A pesar de haber sido militante y cargo del PRI desde la década de 1990, tras su expulsión de la formación a fines de 2021 Ruiz Ortiz ha adoptado un discurso que busca distanciarse lo más posible de los partidos tradicionales. Respecto a las elecciones estatales de junio en el Estado de México y Coahuila, escribió: “El PRI en pleno funeral y el PAN reviviendo muertos, el mensaje es claro. Los juegos se pierden, cada día se conectan menos y lo sabes. En 2024 les vamos a dar la vuelta con candidaturas independientes”. En sus redes también se pueden leer mensajes como este: “Ciudadanos independientes, sí. Políticos de siempre, no”.

Su ruptura con el partido se fraguó en junio de 2021, cuando se enfrentó al todavía presidente del PRI, Alejandro Moreno, y comandó a un grupo de militantes para tomar la sede de la formación en la capital. Ruiz Ortiz lo acusó de desviar 500 millones de pesos de la Administración de Campeche, de la que fue gobernador hasta 2019, y llamó a todos los Estados a levantarse hasta que se vio obligado a renunciar, sin éxito. Su hostilidad hacia alito Moreno, a quien ha llegado a llamar en varias ocasiones alito criminal, Llegó a su culminación a fines de 2021, cuando la formación lo expulsó de sus filas. Aunque el Tribunal Electoral de la Ciudad de México revocó la decisión poco después, su unión con el partido fue anulada.

Antes del fatal desenlace, su trayectoria dentro del partido fue larga y ha estado llena de decisiones polémicas y sospechas de corrupción. Primero fue diputado estatal por Oaxaca, luego diputado nacional y senador y, finalmente, gobernador de su estado natal. Es en esta última etapa que su rostro salta al panorama mediático nacional. Ganó las elecciones de diciembre de 2004 contra el exalcalde de Oaxaca Gabino Cué, quien lideraba el conteo hasta que ocurrió una falla en el sistema informático. Dos accidentes similares después, Ruiz Ortiz terminó apoderándose de la gubernatura por 45.000 votos, rodeado de acusaciones de fraude.

El comienzo de atropello y fuga de su gobierno no mejoró después. En 2006 se enfrentó a un paro docente que mantuvo en vilo al Estado durante meses y que le acabó costando el Ejecutivo. El desalojo de los manifestantes en junio de ese año dio lugar a la creación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), un enjambre de asociaciones que se convirtió en su principal oposición; y el despliegue de las fuerzas de seguridad federales terminó por calentar un ambiente que ya estaba cargado de tensión.

Perdió el apoyo de su partido en octubre de ese mismo año, cuando el Senado exigió su renuncia, alarmado por la crisis de violencia en el Estado. Luego de un camino lleno de desencuentros y más de diez años después de su último cargo, el exgobernador priísta vuelve ahora a apoderarse de la joya de la corona, lejos de la formación en la que creció y de la que fue desterrado.

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