El Tribunal Electoral perdona al PRI el desvío de 250 millones de pesos de la ‘Operación Safiro’

El Tribunal Electoral perdona al PRI el desvío de 250 millones de pesos de la ‘Operación Safiro’
César Duarte y Manlio Fabio Beltrones
César Duarte y Manlio Fabio Beltrones, durante un acto del PRI en la ciudad de Chihuahua, el 28 de noviembre de 2015.cuarto oscuro

El Tribunal Federal Electoral (TEPJF) archivó el desvío de 250 millones de pesos en el que estuvieron involucrados en 2016 el exgobernador de Chihuahua César Duarte y la cúpula del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El máximo tribunal electoral confirmó este miércoles una resolución adoptada por el INE el 30 de marzo, en la que concluyó que no existe certeza de que los recursos malversados, una vez convertidos en dinero líquido, hubieran ido efectivamente a parar a las cuentas del partido o a sus campañas electorales. La sentencia del TEPJF, aprobada por mayoría de cuatro votos contra dos, deja en la impunidad uno de los mayores casos de corrupción política de los últimos tiempos: la Operación Zafiroun sofisticado mecanismo de desvío de recursos que involucró al gobierno de Duarte, a altos mandos del PRI —dirigidos en ese momento por Manlio Fabio Beltrones— ya altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda de Enrique Peña Nieto.

Este caso de desvío de recursos tiene un aspecto penal que ha seguido otro curso. El aspecto electoral, que ha pasado por manos del INE y el TEPJF, se basa en la presunción de que los recursos desviados fueron utilizados para financiar las campañas electorales del PRI en las elecciones intermedias de 2015 y las estatales de 2016, según las pruebas obtenidas. por la Fiscalía de Chihuahua —que comenzó a investigar el crimen una vez que el panista Javier Corral arrebató la gubernatura a Duarte— y la Fiscalía Especial para Delitos Electorales. Estas indagatorias, sumadas a la realizada por la Unidad Técnica de Supervisión del INE, han demostrado que funcionarios públicos, empresarios corruptos y políticos afiliados al PRI —meros militantes y mandos estatales y nacionales— participaron en todas las etapas del mecanismo para la desaparición de recursos. : desde su dispersión a cuentas de empresas ficticias hasta su conversión en dinero líquido mediante el cobro de cheques en ventanillas bancarias.

A pesar de las pruebas que muestran cómo el partido prestó su estructura política para posibilitar el desvío y el blanqueo de recursos, el juez Felipe Fuentes, autor del proyecto de sentencia, ha considerado que no se puede concluir que el mecanismo pretendiera beneficiar al PRI. “Yo, de todo el material probatorio, si bien se justifica una primera etapa de que existe un desvío de recursos, no se justifica la conclusión de que estos recursos habrían beneficiado o se habrían dirigido hacia el Partido Revolucionario Institucional”. ha sostenido el magistrado. Sus compañeros Mónica Soto, Indalfer Infante y José Luis Vargas votaron a favor de su proyecto. El juez Felipe de la Mata ha estado ausente de la sesión.

Los jueces Reyes Rodríguez, presidente del tribunal, y Janine Otálora dispusieron que se devuelva el asunto al INE, para que realice un nuevo análisis de la prueba con un nuevo enfoque, basado en que los perpetradores de esquemas de corrupción buscan , precisamente, para impedir la trazabilidad del dinero, por lo que no se puede esperar que existan pruebas indubitables o “directas”. “Creo que se establecen argumentos suficientes para exigir un nuevo análisis probatorio al INE, teniendo en cuenta que en estos casos donde se denuncian esquemas de desvío de recursos, no es válido exigir un estándar probatorio de prueba directa, ya que estos esquemas están diseñados , precisamente, para evitar o eludir la existencia de estos”, dijo el juez Rodríguez.

El presidente del tribunal agregó que la Sala Superior ha llegado a imponer sanciones en casos de corrupción a través de «inferencias lógicas a partir de pruebas indirectas». en el caso de la Operación Zafiro, una prueba «indirecta» es la participación de funcionarios priistas y militantes del mismo partido en la trama corrupta. Rodríguez ha ejemplificado que de esta manera se podía castigar a los pemexgate, que implicó un desvío del sindicato de Pemex al PRI; el caso amigos zorrossobre el financiamiento ilegal de la campaña presidencial del PAN en el 2000, o la Caso Niño se queda del Partido Laborista, una fachada de desvío de recursos. El juez Fuentes defendió su proyecto argumentando que en el caso de Confianza Morena El partido no fue sancionado a pesar de que se comprobó la participación de sus militantes en la gestión de los recursos.

La Fiscalía de Delitos Electorales mantiene abierta una carpeta de investigación para el Operación Zafiro durante siete años, pero no la ha llevado ante un juez. La vertiente penal por delitos de corrupción de funcionarios públicos está atrapada en la Corte Suprema de Justicia, producto de una demanda entre la Fiscalía General de la Nación y el Gobierno de Chihuahua por el control de la investigación. El exgobernador Duarte, por su parte, está vinculado a un proceso en su Estado por otros asuntos de corrupción, a la espera de sentencia, pero no por el caja de zafiro. Los altos funcionarios del gobierno peñista, desde Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda en el año de los hechos, hasta el propio expresidente, no han sido llamados a rendir cuentas.

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