La inflación diluye los aumentos en el presupuesto del Metro de la Ciudad de México

El jueves pasado, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, presentó un gráfico del presupuesto dedicado al Metro que le permitió defender, frente a todo el país, que había aumentado el financiamiento muy por encima de gobiernos anteriores. Sin embargo, esos números no tomaron en cuenta la inflación acumulada a lo largo de los años. Así como antes con 20 pesos se podía comprar casi el doble de tortillas que ahora, el Metro capitalino con 1.000 millones de pesos podría comprar muchos más repuestos para escaleras mecánicas, puertas y cableado.

Introduciendo el efecto de la inflación y actualizando los precios con información de los economistas Ignacio Martínez Cortés y Edgar Francisco Pérez, se puede comprobar que la inversión de Sheinbaum en el Metro de la Ciudad de México es menor que la de su antecesor, Miguel Ángel. Mancera, a pesar de que ella ha reiterado lo contrario en varias ocasiones. El primer presupuesto del que estuvo a cargo fue el 2019, donde ya se refleja una pronunciada disminución de los gastos de Metro, de 22.882 millones de pesos a 19.593. Con la llegada de la pandemia y la drástica caída de ingresos y usuarios, se redujo el presupuesto, que no se recupera desde entonces.

Pérez explica que “con el paso de los años, los productos cada vez valen un poco más, entonces cuando quitamos ese aumento podemos ver lo que puedo comprar con precios de un año determinado. Lo que estamos haciendo en la gráfica es decir: ‘Con los precios de 2023, cuánto pude comprar, por ejemplo, en 2015’”. Esto significa que a medida que pasan los años, el Metro “puede comprar cada vez menos bienes y servicios en términos reales. Porque si nos quedamos en términos nominales, parece que el presupuesto hasta ha aumentado, pero en realidad no, ha disminuido”, dice el economista.

En la conferencia, Claudia Sheinbaum informó sobre las inversiones de tres millones de dólares que se están realizando para mejorar el Metro, un servicio que tiene más de 50 años y que utilizan 4,6 millones de pasajeros al día. La modernización de la Línea 1 tendrá un costo de 37.000 millones de pesos y “la primera etapa se inaugurará a fines de febrero de este año”. El Proyecto Metro Energía, por 4.500 millones, para renovar el cableado y el sistema de suministro de energía, y finalmente la inversión de 320 millones de pesos en la reconstrucción del centro de control que colapsó tras un incendio en 2021. Este diario contactó al Gobierno de la Ciudad de México para consultar más detalles sobre los datos presupuestarios revelados por Sheinbaum, sin obtener respuesta.

En tanto, Fernando Espino Arévalo, dirigente del Sindicato del Metro, asegura que los choferes ni siquiera tienen medios para comunicarse entre sí y saber dónde está el tren anterior y el siguiente. Usan sus propios teléfonos celulares, que a veces pierden cobertura cuando están bajo tierra. “Pero lo hemos estado haciendo durante mucho tiempo”, dice Arévalo. Los aparatos TETRA que deberían usar tienen décadas y muchos han dejado de funcionar, pero no se reemplazan porque no hay dinero, ni para eso, ni para muchas otras reparaciones “Lo más urgente para nosotros es tener las herramientas para mantener los vagones, pero ni siquiera tenemos remolque”, dice Arévalo, refiriéndose a un material que utilizan para la limpieza en el taller mecánico.

La renovada atención que ha recibido el Metro de la Ciudad de México comenzó con el accidente en la Línea 3 que la semana pasada dejó una joven muerta y 106 heridos, presuntamente por un cable en llamas. Desde entonces, las redes sociales se han encargado de recordar que esto es solo la punta del iceberg. Puertas que se abren solas entre estaciones, trenes en llamas, vagones que permanecen detenidos durante minutos sin motivo aparente, luces que se apagan. Arévalo asegura que el Metro requiere de un presupuesto paralelo para poder solucionar estas fallas. “El que hay ya está comprometido de antemano, y necesitamos uno adicional para poder atender las demandas de mantenimiento, a las que casi no se dedican fondos”.

En una ficha informativa emitida el 14 de diciembre del año pasado por el Sindicato de Trabajadores del Metro, se expone la necesidad de un mayor mantenimiento. El Metro cuenta con 394 trenes, y el 74% de esa flota “está en mal estado por falta de mantenimiento”, principal motivo de “las constantes demoras que se producen en el servicio”. Además, tienen 125 trenes que están fuera de servicio, a la espera de que lleguen las piezas necesarias para repararlos y ponerlos en marcha. “No es porque los trabajadores no atiendan las fallas, es porque no tienen los medios para reparar” los problemas que se presentan, dijo el sindicato en su nota. Por todo ello, han solicitado una partida adicional de 3.500 millones de pesos para dedicar a todas estas reparaciones.

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