La pelea entre López Obrador y Xóchitl Gálvez alimenta la campaña entre las ‘corcholatas’ y la oposición
Andrés Manuel López Obrador y Xóchitl Gálvez
Andrés Manuel López Obrador y Xóchitl Gálvez.EFE/CUARTO OSCURO

La pugna política entre Andrés Manuel López Obrador y la panista Xóchitl Gálvez está convirtiendo lo que hasta ahora eran combates internos de baja intensidad en una verdadera campaña electoral. Cumpliendo con los mandatos de unidad, los equipos que compiten por la presidencia desde el lado oficial y desde la oposición, se mantuvieron en un tono tranquilo, pero esa tregua parece llamada a su fin. El presidente ha cuestionado este viernes las cautelas que se esfuerza en dictar el INE y ha arremetido contra la candidata más avanzada de la oposición: “¿Dijeron que es la candidata? Todavía no estamos en elecciones. ¿Es que no puedo responder nada? “, Él dijo. No solo él, los morenistas que aspiran a sucederlo han recibido alto y claro el mensaje de Palacio Nacional y han comenzado sus embestidas contra la oposición, donde tampoco callan. Santiago Creel, desplazado por la opinión pública respecto a su rival interna, Xóchitl Gálvez, ha abandonado el tono caballeresco que definió su carrera política y ha atacado casi a gritos a los morenistas y defendido su ADN panista. El ambiente político se caldea, como era de esperar, cuando se inicia anticipadamente una campaña por la sucesión presidencial, aunque hasta ahora se ha llamado de otra manera. Y esta primera explosión está dejando una larga onda expansiva.

Afines y opuestos vienen señalando estos días que los ataques de López Obrador a Xóchitl Gálvez están avivando un fuego que puede arder más en Morena que en la oposición. Lejos de intimidarse, López Obrador parece decidido a usar el soplador todos los días. Hoy ha insistido en descalificar la pluralidad del proceso interno de la oposición para seleccionar a sus candidatos, argumentando que Gálvez es un producto fabricado: “Necesitaban a alguien popular, que hubiera nacido en un pueblo. Como si la gente se chupara el dedo. Han querido ver a quien disfrazan de líder popular y lo están dejando de lado [Santiago Creel]. No me quiero meter mucho en eso, Santiago se va a enfadar”, afirmó en la conferencia matutina. Sin embargo, parece que la estrategia del presidente buscó dividir las filas de la oposición, presentando a Creel como una víctima relegada de las supuestas manipulaciones de la coalición en el proceso interno.

El todavía presidente de la Cámara de Diputados está enojado. Su habitual tono cortés ha estallado. Con voz temblorosa y tono enfadado ha llamado al presidente un “vergonzoso”, pero también parece delatar molestia por el monopolio mediático de su colega Gálvez, que no tiene filiación política, pero ha recibido un fuerte apoyo de los panistas. Priístas y perredistas. Creel agradeció el apoyo de sus correligionarios el día que se inscribió al concurso con un mensaje inequívoco: “Siento su apoyo en mi corazón panista”. La diputada ha optado por un tono apocalíptico contra Morena, hasta el punto de calificarla como “el Gobierno de la muerte”. Y, siempre contrario al PRI, hoy no desdeña las alianzas para frenar lo que ha calificado de “emergencia nacional”.

López Obrador rechaza las descalificaciones de Creel al Gobierno, pero sus cañones siguen apuntando a Xóchitl Gálvez, a quien acusa de ser utilizada por la oposición para falsear su supuesta naturalidad y origen humilde. Este viernes se burló de algunas imágenes y comportamientos de la hidalguense: “Me monto en bicicleta, me monto en triciclo, tamales, tamales, tamales riquísimos; Digo unas groserías… Pero si a duras penas ganó en los Cerros, donde viven los más ricos, pero qué hay de las sierras de Chiapas, ¿cuándo se fue Xóchitl a las sierras de Chiapas, a Porvenir, a Motozintla? El presidente ha conjurado el fantasma de un candidato que dice estar cerca de la gente, defendiendo que la política es una cuestión de “convicciones, principios e ideales. Ha estado al lado de Fox, imagina, y Claudio X González. Se equivocan al querer estafar a la gente.

mayúsculas reaccionan

La onda expansiva del pleito entre López Obrador y Gálvez se ha hecho patente entre los tapas de Morena y Va por México, que han entendido que el foco mediático está ahí y que han interpretado el discurso desde Palacio Nacional como una señal para subirse al anillo. Como líder en la mayoría de las encuestas, Claudia Sheinbaum había optado por una estrategia discreta y alejada de la polémica con sus compañeros de partido, pero su equipo ha entendido que el momento político le exige matar dos pájaros de un tiro: recuperar notoriedad y demostrar su lealtad al presidente en medio del choque.

“No hay nada nuevo ahí, solo el régimen anterior, el de la corrupción y el de los privilegios”, dijo el exjefe de Gobierno en un video titulado “Unidad contra el cínico bloque opositor”. Sheinbaum se burló esta semana de la contienda interna de Va por México y dijo que si la oposición regresa al Gobierno, el priísta Alejandro alito Moreno iba a ser “Coordinador de Finanzas”; el expresidente Felipe Calderón, “responsable del programa de construcción de paz”; Vicente Fox, “de la democracia”, y Santiago Creel, el titular de “arte y teatro”.

El histrionismo de Creel, quien llegó al borde de las lágrimas y pronunció un discurso inusualmente subido de tono al registrarse como candidato de la oposición, parece ser otro efecto colateral del choque entre López Obrador y Gálvez. El legislador, tentado en varias ocasiones por López Obrador para enfrentarse a Gálvez, ha preferido, sin embargo, pasar a la ofensiva contra sus rivales de Morena. “Marcelo, lo único que haces es abrumar al país y al pueblo”, le ha reprochado a Ebrard, al que ha acusado de estar “sujeto a su líder”. El excanciller, que hasta hace unos días indicó que “no le importaba” quién fuera el candidato opositor, espetó al diputado: “Santiago, nunca has ganado elecciones”.

“Es una vergüenza que haga campaña desde la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados”, declaró Adán Augusto López para no quedarse atrás. “De todos modos les vamos a ganar”, dijo el exsecretario de Gobernación en sus redes sociales. la entrada de la tapas opositores de la contienda ante las elecciones de 2024 ha levantado el telón para el cruce de descalificaciones y ataques propios de una campaña. Es, de hecho, el comienzo de la contienda y también una oportunidad para que los candidatos aumenten su visibilidad y conviertan esa popularidad en intención de voto, un aspecto crucial en sus ambiciones políticas.

Los candidatos de Morena han entendido que ya no pueden dar la espalda a lo que hacen sus rivales, que estos días les han quitado el protagonismo, además, sin el desgaste de haber protagonizado la campaña durante varios meses. . Los de Va por México, por su parte, se han dado cuenta de que sus seguidores quieren una figura que pueda pelear con los candidatos obradoristas, más allá de afinidades ideológicas o partidistas. Es lo que había catapultado a la senadora Lilly Téllez y, ahora, a su compañera de bancada Xóchitl Gálvez. El pleito ha despertado a ambas partes, pero el reto es sostener la estrategia en los casi dos meses que aún restan para la recta final.

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