Lo que hace poco tiempo fue un cambio de paradigma, hoy ha pasado sin pena ni gloria. En las últimas semanas, dos empresas privadas han anunciado descubrimientos de petróleo en campos mexicanos, resultado de contratos ganados durante la administración anterior del presidente Enrique Peña Nieto y como parte de la reforma energética constitucional de 2013, que abrió el mercado a manos privadas. A pesar de sus prometedores beneficios, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ha celebrado los descubrimientos.
En marzo, la italiana Eni anunció el descubrimiento de un nuevo campo petrolero que podría tener reservas de hasta 200 millones de barriles, según sus estimaciones preliminares. Unas semanas después, la alemana Wintershall Dea anunció su propio descubrimiento de entre 200 y 300 millones de barriles ubicados en aguas poco profundas de la cuenca de Salina, frente a las costas de México. El martes, la CNH informó que las reservas de crudo equivalente, según registro del regulador, aumentaron 4,1% entre 2022 y lo que va de 2023, un aumento de 23.081 millones de barriles.
El camino no ha sido fácil para las petroleras extranjeras que arribaron al país en la anterior Administración, que finalizó en 2018, y en la que el sector energético se abrió al capital privado por primera vez en 70 años. El presidente López Obrador ha buscado revertir gran parte de la reforma de su predecesor e incluso envió un memorando a los reguladores, tanto la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) como la Comisión Reguladora de Energía (CRE), solicitando la suspensión de los permisos. y licencias privadas. Eni, por ejemplo, ha tenido retrasos en la producción en otro campo, conocido como Miztón, en parte porque la CNH tardó varios meses en aprobar un cambio en su cronograma de trabajo.
Por su parte, Wintershall se ha enfrentado con la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) por la exploración de un prometedor campo conocido como Zama. La empresa alemana, en consorcio con otras dos empresas extranjeras Talos y Harbour, encontró el campo en 2017 en lo que se convirtió en el primer descubrimiento en México por parte de una empresa privada. El campo está al lado de uno de Pemex, por lo que la paraestatal solicitó unificar ambos campos. Esto generó un enfrentamiento entre las empresas, que hasta el mes pasado lograron proponer un plan de desarrollo conjunto a la CNH.
Los hallazgos anunciados en los últimos meses, el de Eni y el de Wintershall, “estos dos descubrimientos son una excelente noticia para el país y el Gobierno los está dejando pasar”, dice Manuel Guzmán, exfuncionario de la CNH y exjefe de Administración y Finanzas. en Consorcio Petrolero C5M del Golfo. Ambos forman parte de los contratos adjudicados en las rondas petroleras por las que se implementó la reforma energética de la Administración anterior, señalan analistas.
“En el caso de Zama, el Gobierno tenía mucho margen de acción con el tema de unificar el depósito y por eso se metió tanto en el tema”, explica. En el caso de los hallazgos de Eni y Wintersall “no es que no les interese, sino que la normativa actual no les permite involucrarse. Los regulados tienen independencia y mientras se apeguen a los lineamientos, las reglas y lo que se han comprometido en sus planes, el gobierno no podría interferir mucho”.
Por su parte, Jonathan Bravo, director de proyectos de la firma noruega KC Offshore y exfuncionario de la Secretaría de Energía, coincide en que las ganancias que se puedan derivar de los hallazgos representan un éxito para México, aunque es posible que no lleguen a las arcas de del Estado hasta la próxima Administración Federal. “Los contratos contemplan diferentes modelos de participación del Estado en las utilidades de la extracción y venta de hidrocarburos”, dice Bravo.
“El desarrollo de esos campos en aguas poco profundas lleva algún tiempo antes de que el petróleo pueda comercializarse, unos cuatro años en promedio o más. Las ganancias le van a caer en parte al Gobierno de México como lo establece la ley, pero estos beneficios no se van a ver en esta Administración”, dice el especialista.
Wintershall está trabajando en un segundo pozo de exploración en el mismo bloque, también apuntando a un reservorio del Mioceno superior con recursos prospectivos esperados similares, dijo Diego Alviso, analista de investigación senior de Wood Mackenzie, en un comunicado enviado el martes. “Otro descubrimiento en el bloque sería de gran ayuda para justificar un posible desarrollo de clusters”, agregó Alviso, por lo que “duplicar su presencia en México está dando sus frutos a Wintershall Dea”.
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