
La posibilidad de que los mexicanos reduzcan a 40 la jornada laboral semanal y otorguen dos días de descanso por cada cinco trabajados fue enviada este miércoles al frigorífico legislativo en la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados. Apenas discutiendo las actas, el propuesta que había sido aprobado este martes en la comisión de Puntos Constitucionales quedó descartado para su debate en el pleno legislativo, por lo que será discutido en septiembre, en el próximo período de sesiones.
El proyecto de ley, presentado por la legisladora de Morena, Susana Prieto Terrazas, buscaba reformar el apartado A del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de días de descanso y reducción de la jornada laboral. “No (habrá) ninguna reforma constitucional porque ya no tenemos tiempo, y además de no darnos tiempo, tiene que construirse en torno a la opinión, mientras que una reforma constitucional requiere dos tercios, y eso requiere un consenso en la redacción de la opinión, Ignacio Mier dijo este miércoleslíder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados.
Hasta ahora, la Ley exige seis días de trabajo y descanso, con carácter general, en domingo. Las horas semanales superan las 48 en muchos casos. Bajo este marco legal, los empleados mexicanos son los que trabajan más horas, según la OCDE, aunque esto no va acompañado de una mayor productividad.
Los legisladores que votaron a favor de la iniciativa comentaron hace unas horas que esperan contribuir al bienestar de los trabajadores de México, quienes históricamente han trabajado largas jornadas con una remuneración que no es equiparable a su esfuerzo.
Si de algo no se puede culpar a los mexicanos es de que no trabajen. Según el artículo 69 de la Ley Federal del Trabajo, Por cada seis días de trabajo, el trabajador tiene derecho a por lo menos un día de descanso, con sueldo completo, casi siempre el domingo. Por otro lado, los días son, en muchas ocasiones, esclavizantes. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), América Latina es una de las regiones del mundo donde más horas se dedican al trabajo remunerado anualmente. En México y otros países de la región, la jornada laboral supera las 48 horas semanales.
Las largas jornadas, sumadas a las altas exigencias del mercado, ya están pasando factura a la salud de los trabajadores. De acuerdo a Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 75% padece algún síntoma relacionado con el estrés laboral, como dolor de cabeza, malestar estomacal y problemas cardiovasculares. En el peor de los casos, los empleados van a trabajar deprimidos. Al menos el 15% manifiesta depresión que puede derivar en discapacidad, según la Encuesta Nacional de Bienestar Autoinformado del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
México está replanteándose el tiempo dedicado al trabajo en contraste con el poco que se descansa. En diciembre del año pasado, los legisladores duplicaron el número de días de vacaciones que deben otorgarse obligatoriamente a partir del primer año laboral. Con varios retrasos, reticencias por parte de los grupos empresariales y largas discusiones, la aprobación de esta reforma a la Ley Federal del Trabajo quedó en suspenso varios meses.
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