El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha advertido a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que el acuerdo con Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) no saldrá adelante sin nuevas concesiones europeas. “La premisa que debe existir entre socios estratégicos es la confianza mutua, y no la desconfianza y las sanciones”, aseguró Lula este lunes en Brasilia, junto al jefe del Ejecutivo comunitario, en alusión a una serie de normas ambientales y laborales de la UE. , lo que afectaría el acuerdo y limitaría la llegada de productos vinculados a la deforestación ilegal, algo que en muchos sectores de Brasil se interpreta como una excusa proteccionista para limitar las exportaciones de su pujante sector agrícola.
Von der Leyen, que inició este lunes una visita a varios países latinoamericanos en una ofensiva diplomática para recuperar el terreno que la UE ha ido perdiendo en los últimos años, se ha mostrado más confiada y optimista. “Ambos pensamos que es hora de concluir el acuerdo entre la UE y Mercosur. Tenemos la ambición de hacerlo lo antes posible, a más tardar a finales de año”, señaló con una sonrisa el jefe del Ejecutivo comunitario. “Estamos esperando su respuesta para saber por dónde tenemos que dar un paso”, dijo a Lula da Silva en una conferencia de prensa en Brasilia.
“Europa ha vuelto”, lanzó Von der Leyen en la primera visita a Brasil en una década del jefe de la Comisión Europea. Junto a Lula, Von der Leyen ha asegurado que Mercosur aumentará la capacidad competitiva de las industrias de los dos bloques, y ha anunciado un paquete de 20 millones de euros para el fondo brasileño para cuidar la Amazonía, algo que quizás no ha satisfecho las expectativas de Lula, que siempre tiende a quejarse de que los países ricos prometen mucho y cumplen poco. El fondo Amazonía se paralizó durante los años de Jair Bolsonaro al mando de Brasil (2019-2023) y tras la llegada al poder de Lula ya ha recibido donaciones de Alemania, Noruega, EEUU y Reino Unido.
Von der Leyen también ha anunciado un paquete de 10.000 millones de euros para proyectos de inversión en América Latina y el Caribe a través de la herramienta Global Gateway, que busca afrontar el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda en China, según ha anunciado EL PAÍS.
La UE lleva más de 20 años buscando cerrar el acuerdo comercial con los países del Mercosur, pero las reticencias de Francia, primero, y la llegada de Bolsonaro al poder en Brasil después, congelaron las conversaciones. Ahora que la UE busca relanzar sus relaciones con América Latina y el Caribe, en su búsqueda activa de nuevos socios de confianza, tras el tremendo golpe de la guerra rusa en Ucrania por la dependencia del club comunitario del gas ruso, cerrar el pacto con Mercosur se ha convertido en “una gran prioridad”, según el comunicado sobre América Latina y el Caribe que establece la posición de Bruselas.
Sin embargo, no parece fácil. Aunque Francia levanta sus reticencias, las de los países del Mercosur se mantienen, con Brasil a la cabeza, respecto a la nueva agenda verde de la UE y de reducción de emisiones que incluye condiciones muy estrictas para acceder al mercado europeo. Lula cree que estas regulaciones tienen efectos extraterritoriales que modifican el equilibrio del acuerdo. “Estas iniciativas representan restricciones potenciales a las exportaciones agrícolas e industriales de Brasil”, subrayó el presidente brasileño junto a von der Leyen. Además, Lula considera que una vez superada la era negacionista del expresidente Bolsonaro y con su renovado compromiso ambiental para detener la deforestación en la Amazonía, no son necesarias tantas precauciones. Pide un voto de confianza.
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Lula también destacó estas regulaciones y que dejar el acuerdo como está podría ser perjudicial para los planes de reindustrialización de Brasil. Tras asegurar que EE.UU. y Europa entendieron que, tras ciclos de “liberalismo exagerado”, el Estado debía actuar en políticas industriales y adoptaron millonarios programas de subsidios, el presidente brasileño remarcó que tiene ambiciones similares. Aclaró que para Brasil, mantener estas políticas de promoción a través de instrumentos de contratación pública es algo irrenunciable. El Brasil de Lula no quiere limitarse a exportar materias primas, aunque en su declaración Von der Leyen dejó caer que estas son vitales para que Europa lleve a cabo su ambiciosa transición energética.
El jefe del Ejecutivo comunitario, que ha desplegado toda una ofensiva diplomática en una región clave para la UE, felicitó a Lula por haber “devuelto” a Brasil al lugar que le corresponde. Von der Leyen aplaudió el “excelente” compromiso del presidente para acabar con la deforestación para 2030, y destacó que la celebración de la COP-30 en 2025 en la ciudad brasileña de Belém do Pará, en el delta del Amazonas, “un mensaje fantástico”.
La guerra de Ucrania también centró parte de la conversación. Lula, que desde hace meses intenta posicionarse como garante del diálogo con algún que otro revés diplomático que ha equiparado a Rusia, el país agresor, con Ucrania. Este lunes evitó nuevos deslices verbales y recordó que Brasil ha votado a favor de todas las resoluciones de la ONU que condenan la invasión de Rusia a Ucrania. “Reiteré nuestra determinación de buscar la paz, evitando la escalada de la guerra y el uso de la fuerza y sus incalculables riesgos. No hay una solución militar para ese conflicto”, dijo. Y de paso dejó otro mensaje para la UE y EEUU: “Necesitamos más diplomacia y menos intervención armada en Ucrania, en Palestina, en Yemen. Los horrores de la guerra y el sufrimiento que causa no pueden tratarse de forma selectiva. Los principios básicos del Derecho Internacional son válidos para todos”, zanjó.
Von der Leyen, sabiendo que en Latinoamérica la guerra de Ucrania suena como un conflicto muy lejano, destacó sus efectos en la vida cotidiana de sus ciudadanos, refiriéndose a la inflación o la falta de fertilizantes para la agricultura, y dio alas a las ambiciones diplomáticas de Lula. asegurando que Brasil tendrá un papel importante en la presidencia del G-20 en 2024. En los próximos días, el líder del Ejecutivo europeo visitará Argentina, Chile y México, gira que pretende escenificar el renovado interés de Europa por Latinoamérica, una visión que tendrá su debut en la cumbre entre los países de la UE y la CELAC a realizarse el 17 y 18 de julio en Bruselas.
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