Resultados electorales: Coahuila, última piedra en pie del PRI | Opinión

Resultados electorales: Coahuila, última piedra en pie del PRI |  Opinión

Cuando terminó la demolición del edificio que el PRI construyó durante casi un siglo en México, Coahuila era la última piedra en pie. El último Estado donde el PRI nunca perdió una gobernación. Pero, ¿es realmente así?

El priísta Manolo Jiménez Salinas ganó la gubernatura de este estado norteño, número 15 en población, pero décimo en tamaño de la economía y quinto en riqueza por habitante. Pero para lograrlo tuvo que aliarse con su rival histórico: el PAN.

El PAN, que hace apenas seis años impugnó judicialmente la victoria del actual gobernador, Miguel Ángel Riquelme, postulada por el PRI. El PAN, que hace 12 años llamó a castigar al gobernador Humberto Moreira por haber endeudado ilegal y opacamente al Estado. El PAN, que hace dos años todavía se negaba a aliarse con el PRI en la elección de alcaldes y diputados federales, solo para sucumbir al tercer lugar porque miles de panistas recurrieron a candidatos priistas para evitar triunfos de Morena.

Queda por ver cuántos votos obtuvo Jiménez Salinas bajo las siglas del PRI y cuántos bajo las siglas del PAN y el PRD (estaban en casillas separadas en la papeleta), pero el resultado muestra el principal realineamiento político en el la historia reciente de Coahuila y la resistencia del PRI ante la avalancha de votos que ha obtenido Morena desde 2018 y que ahora lo tiene gobernando más de 20 estados.

En Coahuila, el PRI logró mantenerse en el poder gracias a una coalición. ¿Hubieras ganado nominando solo a Jiménez Salinas? Los resultados parecen sugerirlo, porque menos del 10% de los que votaron por el candidato de la Alianza lo hicieron en el cuadro del PAN. Pero el PRI no quiso apostar por ir solo.

Al final, la alianza se llevó alrededor del 56% de los votos frente al 20% de Morena. Pero sería un error leer en los resultados una paliza de más de 30 puntos de la alianza contra Morena. Sí, esa es la distancia que separa a Jiménez Salinas de Armando Guadiana, pero también es cierto que si hace seis años el 80% de los coahuilenses votaba por el PRI y el PAN, ahora no llega ni al 60%. Casi la mitad del Estado quiere seguir votando por uno de los partidos identificados con el presidente, Andrés Manuel López Obrador.

PRI, PAN y PRD sumaron alrededor de 780.000 votos, un aumento frente a los 704.000 que tuvieron en las elecciones de 2021, mientras que los 275.000 votos de Morena representan un fuerte descenso frente a los 400.000 que obtuvo hace tres años, a pesar de que desde la última elección hasta hoy se sumaron al padrón 93.000 electores. El PT y la coalición Verde-UDC, que habría formado la alianza con Morena, se llevaron otros 250.000 votos.

¿Qué factores influyeron en la victoria de la coalición PAN-PRI-PRD? Uno, que se forjó sin roces ni conflictos y nombró a un candidato del PRI con el que los panistas pudieran identificarse y que hubiera obtenido buenos resultados como alcalde de Saltillo. Otra, que Coahuila ha tenido avances notables en materia de seguridad, cuando hace 10, 12 años sufrió los horrores de Los Zetas y el Cártel de Sinaloa. La gestión del gobernador Miguel Ángel Riquelme dejó una importante baja de delitos que los votantes no querían arriesgar.

Por otro lado, Morena se vio lastrada por la fractura de la coalición con el PT y los Verdes que había logrado el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y que ni él ni los líderes del partido lograron sanar antes de las elecciones, a pesar de conseguir que estos dos partidos abandonaron a los candidatos que habían postulado, Ricardo Mejía y Lenin Pérez Rivera.

Morena podría tener una base de votantes de al menos 500.000 si logra mantener a raya al PT y al Verde, votos que provienen principalmente de clientelas políticas antes controladas por el PRI a través de programas sociales y ahora operadas por el gobierno federal. Un veterano operativo del PRI me dijo que necesitaban compensar esa caída, y lo hicieron atrayendo votantes de clase media que se identificaron con el PAN.

A partir de diciembre, cuando Riquelme entregue el cargo a Jiménez Salinas, México solo tendrá dos gobernadores priístas, el de Coahuila y el de Durango, Esteban Villegas. El hecho de que esté en dos entidades vecinas puede deberse a un accidente geográfico y no es tan importante como el hecho de que los últimos priístas que gobiernan un Estado llegaron al poder en alianza con el PAN.

Aun así, Coahuila es ahora el estado donde el PRI ha tenido la racha ganadora más larga. Todos los demás han tenido alternancia, mientras que aquí lo más parecido a la alternancia es una coalición.

Fue en Coahuila donde el PRI logró dar sus últimos suspiros. Tiene algún sentido histórico si el PRI es el partido que surgió de la Revolución de 1910: fue en San Pedro, Coahuila, donde Francisco I. Madero escribió La Sucesión Presidencial, el libro que encendió la mecha para derrocar a Porfirio Díaz. Fue en la Hacienda de Guadalupe, cerca de la capital Saltillo, donde Venustiano Carranza ignoró el golpe de Victoriano Huerta contra Madero.

Jiménez Salinas gobernará hasta 2029. En marzo de ese año, el PRI cumplirá un siglo de existencia, si es que llega.

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