El principio político de que una campaña presidencial no transforma a su personaje central, sino que lo muestra tal como es, es cierto; lo revela. Esto empieza a verse reflejado en el caso de Claudia Sheinbaum y su lucha por conseguir el voto. A medida que avanza, plantea cuestiones centrales que deben aclararse lo antes posible.
La señora Sheinbaum es descrita, casi sin matices, como una subordinada de Palacio -a través de persistentes actos de fe- destinada a tener un papel instrumental y acrítico en el despliegue de una segunda fase del movimiento encarnado por el presidente saliente López Obrador. Vínculos que se extenderían a la base política tabasqueña, al empuje de su bando radical, lo que contrastaría con el débil carisma del ex gobernante capitalino e incluso con las costumbres que le impondría en ese mismo momento la ratificación de su mandato. . momento. el inicio del meridiano de su gestión, en caso de que logre presentarse en las urnas.
Sin embargo, no faltan quienes perciben la otra cara de la luna en el incipiente caminar de Sheinbaum Pardo, con posturas que contrastan con las dominantes en la autodefinida cuarta transformación; foros y reuniones que presagian vientos de cambio, tanto porque la candidata piensa diferente como porque, si gana la presidencia, tendrá que actuar pragmáticamente ante un escenario muy probable con diferentes equilibrios de poder y mando político sin obstáculos ni más popular que su predecesor.
Quienes siguen de cerca los pasos de la Dra. Sheinbaum confirman la percepción de que ella es una actriz disciplinada, poco dispuesta a improvisar, estrechamente ligada a una agenda y una narrativa. A diferencia del malestar que parece reinar hasta ahora en la sede de campaña de su oponente, Xóchitl Gálvez, una dirigencia que parece vaciada de poder por los partidos que la impulsan, pero que no se alinean detrás de ella. Mejor no hablar de la caricatura que ha ofrecido hasta ahora la “nueva política” de Movimiento Ciudadano.
El pasado 3 de diciembre, el abanderado de Morena y sus partidos satélites realizó un acto casi impecable con la propuesta de los llamados “Diálogos para la transformación”, que encomendó a un equipo de hombres y mujeres acreditados por la política, el mundo académico. , ciencia y cultura. Su mensaje retoma el concepto del filósofo Miguel de Unamuno según el cual, en el diálogo, el mayor valor reside en cuestionar y escuchar, como parte de un proceso de crecimiento y sanación. Esto no es lo que ha sucedido en México en los últimos cinco años.
Sheinbaum tendrá que definir, incluso a contracorriente, si su propuesta es favorable, si implica reflexión, consenso y, en ocasiones, incertidumbre. Es decir, a favor de una vía democrática. O si se opta por sancionar la imposición de una única verdad que es abrazada por unos y que subyuga a otros…, durante algún tiempo.
Porque el rescate del “rector Unamuno” -tres veces, en Salamanca- obliga a comprender una existencia (1864-1936) dedicada a reflexionar sobre las contradicciones de una patria que este personaje soñaba unida, no fracturada. Y recuerda Su atractivo histórico ha sido dramatizado muchas veces en la pantalla.: “Ganarán”, dijo luego a los aficionados, “pero no convencerán. Puede que tengan fuerza, pero no razón ni derecho.
Grados: Con diversos métodos y argumentos, los casos civiles contra Ana Elizabeth García Vilchis, el mismo de dicción defectuosa y un pasado político polémico, desde junio de 2021 es el elegido para insultar y lanzar acusaciones falsas contra periodistas y otros actores en la galería de Palacio bautizada como “Quién es quién en la mentira”. Sin duda, ya está trabajando con sus abogados para abordar la responsabilidad. Lo necesitaras.
Esta columna hará una pausa hasta fin de año, pero se reanudará el 8 de enero. Felicitaciones a todos mis lectores.
(rockroberto@gmail.com).
El Recurso de Unamuno (dramatizada para televisión)